Esta mañana, la busqué. Es decir, como todos los días, desde que voy a fisioterapia, me la cruzo a medio camino, en el mismo banco donde ha hecho noche, los zapatos destrozados, las medias llenas de agujeros, en una bolsa de plástico su manta, sus pocas pertenencias y esa mirada, esa mirada perdida que la aisla de un mundo que le ha dado la espalda.
Presumo que estará por la treintena, aunque tal vez tenga menos y el intemperismo le ha destrozado la cara a la par que el alma.
Todos los días elijo la misma calle. Sé que me duele el corazón cuando paso a su lado y que podría elegir otra calle para evitarla, pero sentiría una suerte de traición dejarla allí, sola, sin que la única persona a la que le importa un poco pase por su lado y le sople las mejores energías. Quisiera hablar con ella, conocer su vida, pero siempre recuerdo al monitor ese que me dijo, una vez que quise sacar a un huérfano de paseo: "si no se va a hacer cargo de él todos los domingos del año, déjelo, que no es un monito de circo, es un niño que vive de ilusiones". Y por eso no me acerco, porque no tengo soluciones a su atribulada vida. O tal vez porque temo que me haga sentir peor de tener lo poco que tengo. O tal vez porque en comparación soy más poquita cosa que ella, que tiene la experiencia de la dura supervivencia de la calle, que sabe lo que es el frío y calor extremos, que sabe de lo que es capaz el bandolerismo fascista, el machismo de sus pares; que ha experimentado los abusos de la policía y el desprecio de los ricos. Claro que me da tres vueltas y más...
Esta mañana, la busqué, como todos los días, pero encontré a otra mujer en el mismo banco, fumando un cigarrillo. No sé qué me dolió más, si su ausencia o encontrarme a otra como si el mundo girara libre del obstáculo de los expulsados del sistema en sus engranajes, como si ella fuera la dueña y señora de ese banco y no, no lo es...
Es de la dama insomne.
Presumo que estará por la treintena, aunque tal vez tenga menos y el intemperismo le ha destrozado la cara a la par que el alma.
Todos los días elijo la misma calle. Sé que me duele el corazón cuando paso a su lado y que podría elegir otra calle para evitarla, pero sentiría una suerte de traición dejarla allí, sola, sin que la única persona a la que le importa un poco pase por su lado y le sople las mejores energías. Quisiera hablar con ella, conocer su vida, pero siempre recuerdo al monitor ese que me dijo, una vez que quise sacar a un huérfano de paseo: "si no se va a hacer cargo de él todos los domingos del año, déjelo, que no es un monito de circo, es un niño que vive de ilusiones". Y por eso no me acerco, porque no tengo soluciones a su atribulada vida. O tal vez porque temo que me haga sentir peor de tener lo poco que tengo. O tal vez porque en comparación soy más poquita cosa que ella, que tiene la experiencia de la dura supervivencia de la calle, que sabe lo que es el frío y calor extremos, que sabe de lo que es capaz el bandolerismo fascista, el machismo de sus pares; que ha experimentado los abusos de la policía y el desprecio de los ricos. Claro que me da tres vueltas y más...
Esta mañana, la busqué, como todos los días, pero encontré a otra mujer en el mismo banco, fumando un cigarrillo. No sé qué me dolió más, si su ausencia o encontrarme a otra como si el mundo girara libre del obstáculo de los expulsados del sistema en sus engranajes, como si ella fuera la dueña y señora de ese banco y no, no lo es...
Es de la dama insomne.
Comentarios
Con cuanta suficiencia juzgamos la vida de los demas
Con cuanta propiedad descubrimos, sus pensamientos, sus deseos mas intimos y los hacemos literatura.
Deduzco por lo que dices que, a quien describes, no es a la pordiosera a quien describes es ti misma viendote en su situacion.
¿Has pensado que tal vez no todo es como a ti te parece?
Descarto imaginarte de un barrio obrero (a sus calles no van a pedir, ni a vivir, los pordioseros )
Asi que, si tienes dinero para vivir en un buen sitio de una buena ciudad, eso te dara la seguridad o la arrogancia, para juzgar a lps demás con tus propia mirada y elevarlo a Categoria literaria
Los ricos progresistas aburris mucho por lo que tu misma dices porque no te planteas sacar a ese niño de paseo todos los Domingos Eso que lo hagan los pobres y en especial los cristianos pobres que para eso están
Ademas ellos tienen mas mérito porque los pobres, le ayudaran, sin tener el dinero que tu tienes
Los progresistas del mundo burgues estais llamados a tareas mas elevadoas como la manicura o la revolución o las clases de baile etc.