Yo que pensé que lo peor que nos podía pasar era la destrucción del Amazonas. Como soy doñaamargadilla y voy buscando razones para ir llorando por las esquinas, sentía mucha lástima por las especies que van muriendo cada día y por el calentamiento global. Hasta me he visto "An Inconvenient Truth" cinco veces, cuatro de ellas en su idioma original. Es que hay que ver al Al Gore hablando, tiene hasta un puntito sexy. Vaya presidente que nos hemos perdido en el planeta tierra. Sólo de imaginar que este señor hubiera gobernado haciendo caso a los científicos y no el burro de Bush ya me parece una quimera. Ocho años perdidos en la nada. El planeta camina hacia la deriva y Al Qaeda campea por sus anchas.
Pero cuando descubrí que esto no era lo peor, me sentí como el día del golpe de Estado de ese otro burro de García Meza en Bolivia. Me dirán que tiene que ver eso. Pues ese mismo día, nos pusieron en la tele, en el único canal que había entonces, el estatal, una película con las profesías de Nostradamus. La única conclusión posible era pensar: para qué carajos me voy a preocupar con un golpecito de estado si el mundo se va a acabar. ¿Le habéis pillado el puntito? Eso es lo que llamo un uso maléfico de los medios de (des)información.
A lo que voy, desde hace unos meses (ya he perdido la cuenta), se habla de lo que ocurrirá en 2036: un meteorito se estrellará contra la tierra y las consecuencias son impredecibles. Los de la NASA se devanan los sesos pensando en cómo evitar una catástrofe que es como la novela de letras grandes de García Marquez, una crónica anunciada de antemano. Alors, si el mundo se va a acabar dentro de 29 años, para qué nos vamos a amargar con el deshielo de los polos, la probable vuelta a las heladas en Europa, la desaparición de gran parte de la vida en el planeta en los futuros 50 años, en la guerra santa islamista, en la burbuja inmobiliaria, en que cierren la piscina de Vallehermoso, en que mi gato se enferme, en que me salgan 10 canas más...
A diferencia de los golpeestadistas del 80, estas noticias aparecen escaqueadas en los periódicos, casi nadie se entera, como si no quisiéramos alterar para nada el estado de las cosas. Claro, con ese notición nadie va a querer endeudarse los próximos 25 años para comprarse una casa que se va a caer a pedazos poco después de pagar la última letra. Mejor dejar las cosas así...
Que lo más importante hoy es contarles que no vinieron los jeeps a esperarme*: Ganó el Madrid y era lo único que me faltaba!!!
*(Es relativo al chiste del paracaidista aquél al que no le funcionaba el paracaídas principal, ni el de urgencias, entonces dice: "Lo único que me falta es que estén los jeeps esperando")
Pero cuando descubrí que esto no era lo peor, me sentí como el día del golpe de Estado de ese otro burro de García Meza en Bolivia. Me dirán que tiene que ver eso. Pues ese mismo día, nos pusieron en la tele, en el único canal que había entonces, el estatal, una película con las profesías de Nostradamus. La única conclusión posible era pensar: para qué carajos me voy a preocupar con un golpecito de estado si el mundo se va a acabar. ¿Le habéis pillado el puntito? Eso es lo que llamo un uso maléfico de los medios de (des)información.
A lo que voy, desde hace unos meses (ya he perdido la cuenta), se habla de lo que ocurrirá en 2036: un meteorito se estrellará contra la tierra y las consecuencias son impredecibles. Los de la NASA se devanan los sesos pensando en cómo evitar una catástrofe que es como la novela de letras grandes de García Marquez, una crónica anunciada de antemano. Alors, si el mundo se va a acabar dentro de 29 años, para qué nos vamos a amargar con el deshielo de los polos, la probable vuelta a las heladas en Europa, la desaparición de gran parte de la vida en el planeta en los futuros 50 años, en la guerra santa islamista, en la burbuja inmobiliaria, en que cierren la piscina de Vallehermoso, en que mi gato se enferme, en que me salgan 10 canas más...
A diferencia de los golpeestadistas del 80, estas noticias aparecen escaqueadas en los periódicos, casi nadie se entera, como si no quisiéramos alterar para nada el estado de las cosas. Claro, con ese notición nadie va a querer endeudarse los próximos 25 años para comprarse una casa que se va a caer a pedazos poco después de pagar la última letra. Mejor dejar las cosas así...
Que lo más importante hoy es contarles que no vinieron los jeeps a esperarme*: Ganó el Madrid y era lo único que me faltaba!!!
*(Es relativo al chiste del paracaidista aquél al que no le funcionaba el paracaídas principal, ni el de urgencias, entonces dice: "Lo único que me falta es que estén los jeeps esperando")
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