Si no fuera por lo serio que es el tema, se me ocurriría reírme del chiste que les voy a contar: aquél de la mujer que iba a Lourdes, en silla de ruedas, a pedir a la virgencita que por favor la hiciera caminar. Justo cuando estaba llegando a la puerta, la persona que la empujaba, se cae y esta mujer comienza a rodar cuesta abajo... Antes de caer, pide a gritos: "¡¡Virgencita, déjame como estoy!!" Y es que, después de ver los resultados de las elecciones de ayer, sólo se me ocurre decir lo mismo, ójala nos hubiéramos quedado como antes del 15-M. Sí, la izquierda hubiera perdido, no hay que dudarlo siquiera, pero no hubiera sido al resultado equivalente del último partido del Málaga con el Madrid, es decir, por goleada. Y no puedo esgrimir el optimismo de Almudena Grandes en su columna de hoy, es que ya no me queda ninguno. Si paseas por la plaza de Sol, hoy, notas que algo se ha perdido. Sí, se ha perdido la voluntad, el voluntarismo, el buenismo. Habíamos pecado de una ingenuidad infantil que nos llevó a matar al lobo para dejar abierta la jaula del T-rex. Una mezcla de falta de cálculo, de lectura de la sociedad española, de perspectiva.
No podemos negar que fue un movimiento hermoso, poseedor de toda la belleza de la juventud, la pureza... pero este mismo movimiento ha despertado a la peor derecha española, esa que nunca duerme, la que siempre sale lanza en ristre a luchar contra el aborto, contra el matrimonio homosexual, contra el liberalismo social, a favor de la iglesia casposa, de los grandes empresarios, del liberalismo económico a ultranza. Se despertó a un monstruo y no habrá Goliat que lo venza con una piedra: más de 12 millones de españoles les han votado y tienen toda la legitimidad de hacer lo que les venga en gana, por muchas buenas intenciones que tengan los que se reunan en plazas este 28 de mayo. Es decir, vamos haciéndonos a la idea de que viene el despido libre, la privatización de todo lo posible (si queda la Alhambra en pie nos podemos dar con un canto en los dientes) incluido Renfe, el Canal de Isabel II, lo que queda de Aena..., el copago sanitario, el estrangulamiento de la educación pública... es decir, más de lo que ha hecho el PSOE, porque anda que el PSOE ha hecho barbaridades (de esas aguas vienen estos lodos). Y no estoy queriendo asustar a nadie con un discurso negativo del PP, pero es que es como ellos piensan.
Hoy, para no pensar en nada, me puse a escribir en chino (eso distrae hasta al más nervioso) y luego me fui a correr alrededor del campo de golf (tengo que hacerme a la idea de que nunca caerá). Cuando volvía, pensé que lo que había pasado era el equivalente a haberme soñado que ganaba el euromillones, pero desperté y seguía viviendo en mi pisito del barrio Chamberí... Un hermoso sueño y nada más...
Volvemos a la realidad de siempre.
Mientras escribo, un desaforado grita en la calle: "Ha caído el socialismooooo..." (imbécil, como todos los currantes que votan al PP)
Pues eso...
No podemos negar que fue un movimiento hermoso, poseedor de toda la belleza de la juventud, la pureza... pero este mismo movimiento ha despertado a la peor derecha española, esa que nunca duerme, la que siempre sale lanza en ristre a luchar contra el aborto, contra el matrimonio homosexual, contra el liberalismo social, a favor de la iglesia casposa, de los grandes empresarios, del liberalismo económico a ultranza. Se despertó a un monstruo y no habrá Goliat que lo venza con una piedra: más de 12 millones de españoles les han votado y tienen toda la legitimidad de hacer lo que les venga en gana, por muchas buenas intenciones que tengan los que se reunan en plazas este 28 de mayo. Es decir, vamos haciéndonos a la idea de que viene el despido libre, la privatización de todo lo posible (si queda la Alhambra en pie nos podemos dar con un canto en los dientes) incluido Renfe, el Canal de Isabel II, lo que queda de Aena..., el copago sanitario, el estrangulamiento de la educación pública... es decir, más de lo que ha hecho el PSOE, porque anda que el PSOE ha hecho barbaridades (de esas aguas vienen estos lodos). Y no estoy queriendo asustar a nadie con un discurso negativo del PP, pero es que es como ellos piensan.
Hoy, para no pensar en nada, me puse a escribir en chino (eso distrae hasta al más nervioso) y luego me fui a correr alrededor del campo de golf (tengo que hacerme a la idea de que nunca caerá). Cuando volvía, pensé que lo que había pasado era el equivalente a haberme soñado que ganaba el euromillones, pero desperté y seguía viviendo en mi pisito del barrio Chamberí... Un hermoso sueño y nada más...
Volvemos a la realidad de siempre.
Mientras escribo, un desaforado grita en la calle: "Ha caído el socialismooooo..." (imbécil, como todos los currantes que votan al PP)
Pues eso...
Comentarios