Por Alejandro Rosa
Transcurría el mes de Junio de 1974 y en la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), de La Paz, Bolivia, el movimiento estudiantil, luego de las jornadas de Mayo había celebrado elecciones para la FUL resultando ganador el frente FUERSA con Hugo Tellería como Secretario Ejecutivo.
Yo, que visitaba con frecuencia a mi amigo Rubén “Churi” Camacho, un sábado por la tarde llegué a su departamento de la calle Santa Cruz a escuchar novedades musicales y mientras me mostraba los últimos discos recibidos de Buenos Aires donde radicaba su hermano Pepe, reparé en una guitarra y una mochila de viajero que estaban en una esquina de la sala y le pregunté de quien eran. Churi me dijo que de un amigo argentino que su hermano le había recomendado alojar y ayudar porque quería conocer La Paz y seguir viaje a Caracas y que había salido a conocer la iglesia de San Francisco y ya llegaría.
Lo curioso era que la funda de la guitarra hecha de cuero, estaba decorada con imágenes de astros y planetas pintadas a pincel muy bonitas y psicodélicas. Mientras proseguíamos con la plática, llegó el dueño de la guitarra: era un hippie pelirrojo crespo de ojos azules, blujeans y zapatos de duende (babuchas artesanales) quien tímidamente nos saludó con un “muy buenas tardes”... Pasá Miguel le dijo Churi y se acercó a nosotros tomando asiento y nos contó de su visita al templo de San Franciasco que le había parecido “alucinante”. Entonces mi curiosidad se acentuó y le pregunté si él era el dueño de la guitarra y si era músico. A lo que replicó que si era músico, cantante y compositor en Buenos Aires, aunque era de Santa Fé y que era integrante de un dúo llamado “Pedro y Pablo” pero en realidad se llamaba Miguel Cantilo. Yo, que algo sabía del rock argentino, caí en cuenta que estábamos ante una figura célebre, sobre todo por su canción “La Marcha de la Bronca” y él confirmó mi descubrimiento y explicó que en Argentina la situación política estaba cada día peor y por eso estaba buscando nuevos horizonte,s llevando la cinta grabada de su reciente repertorio de canciones más suaves producidas en base a su experiencia comunitaria con hippies en Bariloche.
Yo, entusiasmado y atando cabos lo interrumpí y le dije: !!Miguel, tú no puedes pasar por La Paz sin haber cantado para la juventud universitaria de la UMSA!! El me miró sorprendido y abriendo sus ojos azules, me dijo “Peeero me tomás por sorpresa, yo no pensaba cantar en Bolívia... por la situación... lo tengo que pensar. El Lunes te avisaré." Yo le dije esperanzado: de acuerdo, entonces hablamos el Lunes.
El día convenido fui a la Federación Universitaria Local (FUL) a buscar a Hugo Tellería, a contarle la novedad de “La Marcha de la Bronca” y le planteé la iniciativa de organizar un concierto. El me dijo que por supuesto, que apoyaría en todo lo necesario, el permiso para ocupar el Paraninfo, la amplificación y difusión. Esperamos que fuera hora prudente para llamar a Miguel Cantilo y lo hicimos a la hora del almuerzo: Miguel me dijo que lo había pensado y que bueno, estaba de acuerdo de cantar “una sola vez” en el paraninfo de la UMSA a condición de presentar su nuevo repertorio... Sin pensarlo dos veces, le dije que estábamos de acuerdo y le tomábamos la palabra. Quedamos para mitad de semana, para el miércoles, de manera de tener un par de días para la organización del evento. Mientras dejábamos que Miguel ensayaara las canciones que pensaba presentar.
Ese miércoles, habíamos conseguido el Paraninfo, una amplificación precaria pero segura y a manera de publicidad hicimos un anuncio en la pizarra del atrio en la que decía: Gran concierto de Miguel Cantilo del grupo Pedro y Pablo de Argentina autores de “LA MARCHA de LA BRONCA” Hoy Miércoles hrs 19. 00. Paraninfo universitario. Mientras, los compañeros de la FUL y Centros de Estudiantes pasaban por las aulas invitando al concierto.
Después del almuerzo nos encontrábamos en oficinas de la FUL ultimando detalles para el gran acontecimiento, cuando sonó el teléfono y la secretaria contestó: Federaración Universitaria buenas tardes... Sí, señora, Hugo Tellería, ¿de parte de quién ? Y con expresión de susto le alcanza el auricular a Hugo y le dice: es del “Ministro del Interior”. Hugo replicó ¿¿Que?? Y poniéndose al habla y cambiando de tono: Hola... Sí, señora, habla Hugo Tellería, páseme la llamada. ¿Señor Ministro... ?
Sí, entendí, ahora mismo voy. Y colgando el teléfono y muy serio nos dijo es el Gral. Pereda Asbún y quiere verme ahora mismo URGENTE. ¿Te acompañamos? Y Tomando su chamarra, nos dice, NO. Ya vuelvo. Y salió apurado.
Y se hicieron las tres de la tarde y media, cuatro y media , cinco y media y Hugo no volvía. Los nervios se apoderaron de los presentes, mientras yo iba y venía del Paraninfo supervisando detalles, que si han barrido, que si llegó el encargado de la amplificación, las luces, etc. Hasta que a eso de las seis, finalmente volvió Hugo Tellería, todo relajado y sonriente y va y nos dice: no se preocupen, no hay problema, podemos proceder con el concierto. ¿Pero qué pasó? ¿Por qué tardaste tanto?, le preguntamos. Ahh, es que primero me revisaron a la entrada al Ministerio, luego me hicieron subir al despacho y me hicieron esperar a que el ministro se desocupara, finalmente, salió el ayudante y me hizo pasar. Ahí estaba el Ministro, de uniforme, todo serio y me dice: “Mire señor Tellería ya bastantes problemas hemos tenido por culpa de las manifestaciones universitarias, con numerosos policías y estudiantes lesionados y hemos logrado pacificar el ambiente mediante un convenio. Hemos puesto en libertad a todos los universitarios detenidos. Hemos cumplido con nuestra parte y ¿ahora me salen con que van a salir otra vez a las calles nuevamente a sembrar el caos y la discordia, nada menos que con una !! Marcha de la Bronca !! ? Hugo continuó: tuve que explicarle que había un malentendido, que le habían informado mal. Que en realidad se trataba de un acto cultural, un concierto en el Paraninfo y que nadie pensaba en salir a la calle y menos a causar problemas. Entonces, el Gral. Pereda se desinfló y, aliviado, se sentó en su escritorio diciendo: Pero !!caramba !! evidentemente me han informado mal. Disculpe señor Tellería. Y tomó el teléfono y habló con su ayudante al que ordenó: Capitán, invítenle al señor Tellería un té con empanadas y otro para mí.... Y es por eso que tardé más de lo que pensaba... Ja, ja,ja, podemos hacer el concierto tranquilos compañeros. Dijo, finalmente, divertido.
Y así fue... Miguel Cantilo empezó tocando la guitarra con el telón cerrado ante una multitud de universitarios que llenaban de bote a bote el Paraninfo y aplaudían y silbaban. Se abrió el telón y empezó a cantar... “Amasando pan... amasando pan... “ y luego la segunda canción “Una lluvia cae lentamente y te moja las mejillas sin pensar...”...y el público en medio de los aplausos empezó a silbar y gritar !! Marcha de la broncaaa !!... !! Marcha de la broncaaaa !! ... Y, a tanta insistencia, Miguel Cantilo no tuvo otra salida que empezar a cantar: ...
“Bronca cuando ríen satisfechos
Al haber comprado sus derechos
Bronca cuando se hacen moralistas
Y entran a correr a los artistas
Bronca cuando a plena luz del día
Sacan a pasear su hipocresía....
Bronca de la brava, de la mía...
bronca que se puede recitar...
...y el público universitario cantaba y deliraba de sana euforia pidiendo !! otraaaa... otraaaa... !! total que Miguel la tuvo que repetirla dos veces más.
Pasados unos años mi amigo Hubert Fernández en Santa Cruz me comentó : “Che gordito leí una entrevista a Miguel Cantilo en la revista argentina “Pelo” en la que Miguel decía que tuvo una grata experiencia cantando en la Univerdidad de La Paz en su viaje por Bolívia, cuando el público que él pensaba que no lo conocía, lo obligó a cantar “La Marcha de la Bronca” y que desde entonces había reflexionado y decidido nunca alejarse de la canción social, la canción de protesta”.
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