La pluma vietnamita

Diversión I: comprar armas de distinto calibre y enseñar a tus hijos pequeños a disparar en vez de compartir una películ de Pixar. Diversión II: que tu hijo use lo que le has enseñado para matarte a tí y a 26 personas más. Eso, en realidad, es que se acabó la diversión. Sociedad enferma: una sociedad que cree que la diversión es Diversión I. Necesita poner la bandera al revés. Categoría de muertos según el origen: muerto de primera: de EEUU, Israel y cualquier país de la Europa de primera velocidad; muerto de segunda: países de la Europa de segunda y países de Latinoamérica importantes tipo México, Argentina, Brasil o Chile y Venezuela porque hay que ponerla en primera plana para joder a Chávez; muertos de tercera: los otros países de Latinoamérica que no interesan en las noticias y los de África y Asia en general; muertos de cuarta: los de Aganistán, Irak, Palestina, Yemen, y demás países donde se prueban los efectos de los Drones y que es mejor que no salgan en las

Mientras escribo esta entrada, escucho La Maza, de Silvio, y es inevitable recordar la primera vez que lo ví. Salíamos del cruento golpe de estado de García Mesa y todavía coleaban los andares de los fachas en mi ciudad, Santa Cruz, donde cualquier movimiento en falso era un riesgo, riesgo que teníamos muy bien calibrado, pero que no era acicate para que nos paralizáramos por el miedo, por lo que, como Federación Universitaria, de la cual yo era miembro, aceptamos con agrado la visita de Silvio Rodríguez y de Vicente Feliú. Ellos darían un concierto gratuito en una infumable sala de fiestas al aire libre que se llamaba Mau-Mau, a nosotros, los estudiantes que habíamos luchado por la autonomía, de los cuales sólo unos cuantos conocíamos sus canciones y, encima, pocas, las más antiguas. Por cuestiones de seguridad, dado el peligro de nuestra aún provinciana ciudad, Silvio y Vicente estarían apenas unas horas. Llegarían, actuarían, dormirían en una casa en las afueras y al día siguie