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Mostrando entradas de noviembre, 2012

El abanico de seda

La terrible tradición del vendado de pies en la China anterior a la revolución cultural, sirve de partida a la sutil novela de Lisa See, El abanico de seda , que se lee con deleite y de un sólo tirón. See nos conduce por los laberintos de las tradiciones chinas que fueron un compendio de lo que Marcela Lagarde llama los cautiverios de las mujeres : cuando eres hija, debes obedecer al padre, luego al esposo y, a la muerte de éste, al hijo. Disecciona con la palabra la terrible condición de las mujeres en un país y una época en la que la mayor desgracia familiar era tener hijas mujeres y el mayor premio que los vástagos fueran varones, aunque estos mismos no pudieran sobrevivir sin el servicio obediente y manso de las hijas y las nueras, aptas para todo servicio. Como siempre, las perpetuadoras de tal horror eran las propias mujeres. Las encargadas de formar nuevas sirvientas para las familias receptoras, ante todo las responsables del loto dorado , la deformación de los pies de sus hij

Miaule

El teléfono sonó y me despertó este día de huelga global. Era mi amiga Isolde que después de disculparse por el despertar abrupto me pidió consejo: su amada gata, una venerable señora de la tercera edad, de nombre Miaule había enfermado y llevaba días en la clínica veterinaria apurando sus últimas energías. Me preguntaba qué me parecía la decisión de dormirla. Sé que es una decisión durísima pero también sé que es más humano detener el sufrimiento innecesario y el encarnecimiento médico, que es una opción a la que también me gustaría acceder. Fue lo que le dije. Mi amiga lloró mucho por algo que tenía en mente y que, tal vez, deseaba un eco que la apoyara y pensó en mí. Me acaba de escribir para contarme que Miaule se marchó plácidamente esta mañana... Para eso están las amigas para acompañarnos incluso cuando perdemos a nuestras amadas mascotas. Contigo en mi corazón, Isolde y larga vida en la memoria para una gata llamada Miaule... Porque eso tienen estos peludidos, picotean, invad