Lo que más me gusta es al cine sin haber leído ni una crítica, es más, lo que me apasiona realmente es no saber ni siquiera de qué va. Sólo el que alguien me diga que cree que es una buena película ya me motiva a pagar la entrada y a esperar la sorpresa. Y es que una de las cosas que envidio de otras personas es la primera vez que verán o leerán alguna película, serie o libro que me gustó con fuerza. Después de ver Roma, de Cuarón, me dispuse a leer todas las opiniones de los críticos y me sorprendió el que, por primera vez, no coincidiera con Carlos Boyero, al que sigo fielmente cuando dice que una película es buena o mala. Esta vez, me tocó disentir con él y con todos los que consideraban que era algo cercano a una obra maestra. Al ser Roma una película de Alfonso Cuarón predisponía a que satisficiera todas mis expectativas. Y, sí, es una película de una factura perfecta, en la que la fotografía, los grandes planos, los movimientos de la cámara, ese avión reflejado en el agua que l