Me enteré de la existencia de esta serie inglesa por un artículo en la prensa. Los seriéfilos tenemos eso, vamos a la caza de series y cualquier comentario que nos dé pistas de una buena nos hace ir en su busca. No tengo ningún método específico ni para encontrarlas ni para adentrarme en ellas, es decir, dejo todo a la casualidad y no me mido sólo por el primer capítulo. Es una suerte de filing el que me hace seguir hasta el final. Esta en concreto no me ha decepcionado. Es una serie modesta, sin grandes pretensiones tipo House of Cards, Juego de Tronos o Homeland. Doméstica, diría. Trata de la vida de la gente de un pequeño pueblo inglés, con sus pequeños comercios, sus bares, sus casitas a orillas del mar, su vida simple. Tal vez uno de sus mayores aciertos haya sido la elección del escenario. Broadchurch no existe, está realizada en la Costa Jurásica de Dorset al sur de Inglaterra, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y que tiene la friolera de 150 millones de años.