Anoche, muy tarde, terminé de leer "La conspiración de las lectoras" de José Antonio Marina y María Teresa Rodríguez de Castro. Para empezar, el título es de por sí atrayente porque, ¿qué tiene de conspirativo leer? ¿Y que los lectores sean ellas? Claro, visto a la luz del siglo XXI y en España, porque otra cosa sería si estuviéramos hablando del Afganistán de ahora o de la España de principios del XX, que es la época a la que se refiere este recomendable ensayo. Visto desde la luz de estos días parece que hubieran pasado unos quinientos años desde que a la mujer se la considerara solamente capacitada para atender un hogar y obedecer al esposo, después del padre y luego a los hijos en caso de quedar viuda. La política, las ciencias y las artes sólo para los hombres, mejores dotados para ello. Si se los cuento a mis hijas, parecen capítulos entresacados de la Biblia o el Corán, o simplemente, opiniones de Aristóteles. Pero, hasta ayer mismo (es decir, hasta la muerte de Franco